Mariscos vs Crustáceos: diferencias que importan en sabor y cocción
En O’Grelo sabemos que, cuando se trata de disfrutar del mar, no todos los productos son iguales. Muchas veces se habla de mariscos y crustáceos como si fueran lo mismo, pero existen diferencias clave que se reflejan en su sabor, textura y hasta en la forma de cocinarlos.
Por un lado, el término marisco es amplio e incluye tanto moluscos (como mejillones, almejas o vieiras) como crustáceos (nécoras, centollos, langostinos…). Los crustáceos, sin embargo, son una familia concreta dentro del marisco, reconocibles por su caparazón duro y patas articuladas.
A nivel culinario, los moluscos suelen destacar por su sabor más delicado y yodado, con notas que evocan directamente al mar. Su cocción requiere tiempos muy breves para no perder jugosidad. Los crustáceos, en cambio, ofrecen una carne más firme y sabrosa, perfecta para preparaciones que realcen su intensidad, como a la plancha, al horno o en guisos.
En nuestra cocina, cada producto se trata con el respeto que merece: los berberechos al vapor resaltan la esencia pura del molusco, mientras que un centollo o bogavante gallego liberan todo su carácter en platos más elaborados. La clave está en entender sus particularidades para sacar lo mejor de cada uno.
En Restaurante O’Grelo convertimos estas diferencias en experiencias gastronómicas únicas. Te invitamos a descubrir el contraste entre mariscos y crustáceos en tu próxima visita, y a dejarte guiar por nuestra carta que celebra, siempre, lo mejor del mar de Galicia.